01 de Abril, 2022
Por: Enrique Cruz
“Hey ¿Quién te va a cuidar?” Es la primera frase que Santiago Motorizado, voz y bajo de Él Mato a un Policía Motorizado, entona ante un Teatro Metropólitan lleno y expectante, es envidiable cómo a través de una canción como “El Magentismo” que dura menos de dos minutos, ponen al público a modo, hacen que las miles de personas aquí reunidas se entreguen, canten y se rompan en alaridos.
Él Mató un Policía Motorizado en el Teatro Metropólitan es una promesa que por fin se hizo verdad.
Desde hace tres años que la cita estaba agendada, este concierto tuvo que haber sucedido en diciembre del 2020. Sin embargo, el tiempo parece haber jugado a favor de esta noche, ayudando a formar una tormenta perfecta que ha dado pie una catarsis que sólo sucede en un veladas de esta índole. Lo sabe la gente aquí reunida y los cinco argentinos sobre el escenario, una sonrisa imposible de disimular que se dibuja sobre cada una de sus caras los delata, venían esperando esta noche tanto como el público mismo.
“Gracias por venir esta noche, la espera terminó”, son las palabras que salen de Santiago antes de dar pie a “Alguien que lo Merece”, la gente acompaña en cada verso a la banda, creando esa comunión casi bíblica que después de casi dos años de encierro y privación saben distinto.
Es innegable lo mucho que los cinco argentinos han crecido desde su última visita a México. En 2019 dieron un tour en varias ciudades del país, incluido un festival en Silao para apenas 100 personas que aguantaron estoicas el calor del Bajío hasta la media noche, días después y ante un Lunario a reventar que se entregó a ellos, dieron muestra de que estaban listos para un escenario más grande.
El crecimiento de su popularidad contrasta con su comportamiento sobre el escenario, Él Mato a un Policía Motorizado siempre ha sido una banda que estéticamente rompe con todos los preceptos del “rockstarismo” anticuado, cinco personas normales que bien podrían ser tus amigos que han logrado formar canciones que conectan con la gente. Quizá ahí radica el encanto que conquista en cada tema y que los ha traído hasta acá.
La voz de Santiago es un tema aparte, es impresionante ver que tan sólo con levantar su pulgar hace que el teatro entero estalle en gritos y canticos: “Oh eh, oh eh, oh eh, Mató, Mató”. Tiene un carisma único que con el tiempo ha pasado de ser uno de los frontmans más tímidos que cualquiera haya visto sobre un escenario, a ser referente de una generación de bandas que han encontrado su propio discurso.
El setlist pasa por múltiples dinámicas, canciones cargadas de energía son seguidas de temas más personales “Yoni B” y “El Tesoro”, por ejemplo. Aunque, si hay una queja sobre esta velada es la falta de canciones que nos remitan a su discografía más incipiente, es increíble poder escuchar “Más o Menos Bien”, pero no deja de pesar la ausencia de “El Día de los Muertos” o “Vienen Bajando”. Un detalle nomás.
Aunque musicalmente no se separen de la estructura del verso coro verso, la banda lo hace a su manera, repiten líneas una y otra vez que cuentan historias sobre gente normal y situaciones bien cotidianas, lejos de la poesía rebuscada, ellos hablan de manera honesta al público, son el soundtrack perfecto de una generación que se ha acostumbrado a la derrota.
La noche empieza a menguar poco a poco, el encore cierra con algunos de sus temas más vitoreados, “Amigo Piedra”, “Ahora Imagino Cosas”, “Fuego” y la infaltable “Mi Próximo Movimiento”, ponen de pie a todo aquel que aún se atrevía a permanecer sentado en la butaca. Al final, sólo el humo del escenario se disipa de a poco, Santiago se dedica a decir que esa fue la última canción y que en un futuro muy cercano prometen volver.
Él Mató a un Policía Motorizado pasó una prueba de fuego, tantearon los límites de su popularidad fuera de Argentina en un escenario que impone, hicieron que el Metropólitan se rindiera a sus pies, haciendo justicia a los tres años de espera. Esperemos que en su siguiente disco inédito nos regalen temas que acompañen noches como las de hoy.
Comments